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Sobre el Maltrato

Maltrato de Ancianos

Actualizada: 
23 de agosto de 2023

¿Cómo puedo reconocer las señales de maltrato de personas ancianas?

Estas son algunas señales comunes de maltrato que una persona anciana podría mostrar. Por favor sepa que algunas de las señales mencionadas abajo contienen descripciones gráficas de daños causados por abuso sexual. Sin embargo, ya que es posible que el/la adulto/a mayor no pueda reportar el maltrato, es importante estar pendiente de estas señales que podrían indicar comportamiento sexualmente abusivo.

  • Maltrato físico:
    • moretones, especialmente cuando están agrupados en un área o en patrones regulares;
    • ojos morados;
    • ronchas;
    • laceraciones;
    • heridas abiertas, cortes, pinchazos u otras heridas sin tratar, en distintas etapas de curación;
    • torceduras, dislocaciones o heridas/sangrado interno;
    • espejuelos o monturas rotas;
    • señales de haber sido amarrado/a, como marcas de soga;
    • hallazgos en laboratorios de sobredosis de medicamentos o mal uso de medicamentos recetados;
    • cambios de comportamiento repentinos;
    • la pareja o el/la cuidador/a se niega a permitir que las visitas se queden a solas con el/la adulto/a mayor; o
    • el/la adulto/a mayor reporta haber sido maltratado/a físicamente.
  • Abuso sexual:
    • moretones alrededor de los senos o el área de los genitales;
    • alguna enfermedad venérea o infección genital inexplicable;
    • sangrado vaginal o anal inexplicable;
    • cambios en el comportamiento, como demostrar miedo o retraerse cuando está cerca de una persona específica;
    • evidencia de que se le ha mostrado material pornográfico a un adulto/a mayor con capacidad disminuida;
    • sangre en las sábanas, ropa de cama o ropa de vestir; o
    • el/la adulto/a mayor reporta haber sido abusado/a o agredido/a sexualmente.
  • Maltrato emocional y psicológico:
    • el/la adulto/a mayor se ve emocionalmente afectado/a, agitado/a o le tiene miedo a una persona específica, usualmente a la persona agresora;
    • el/la adulto/a mayor está extremadamente retraído/a, no se comunica ni responde;
    • comportamiento inusual, como chupar, morder o mecerse;
    • ver a un/a cuidador/a controlando o aislando a un/a adulto/a mayor;
    • cambios en los patrones de sueño o hábitos alimenticios;
    • cambios de personalidad, como disculparse excesivamente;
    • depresión o ansiedad; o
    • el/la adulto/a mayor reporta haber sido maltratado/a verbal, emocional o psicológicamente.
  • Abuso financiero y explotación:
    • cambios repentinos en las cuentas de banco o prácticas bancarias, incluyendo retiros de grandes cantidades de dinero hechas por un/a acompañante de el/la adulto/a mayor;
    • incluir inesperadamente a otras personas en la cuenta de banco de el/la adulto/a mayor;
    • retiros no autorizados de los fondos de el/la adulto/a mayor usando su tarjeta ATM;
    • cambios abruptos en un testamento o en otros documentos financieros;
    • fondos o bienes de valor que desaparecen inexplicablemente;
    • facturas que no se pagan, aunque hay recursos financieros disponibles;
    • firmas falsificadas en transacciones financieras o en el título del vehículo, casa, etc., de el/la adulto/a mayor;
    • familiares reclamando derechos sobre la propiedad o los bienes de un/a adulto/a mayor;
    • transferencias repentinas de bienes a algún familiar o persona que no es de la familia;
    • mal uso del dinero de el/la adulto/a mayor para servicios innecesarios; o
    • el/la adulto/a mayor reporta abuso financiero o explotación.
  • Negligencia y abandono:
    • deshidratación, malnutrición, úlceras por presión o pobre higiene personal;
    • problemas de salud que no han sido tratados ni atendidos;
    • condiciones de vida peligrosas o riesgosas, como por ejemplo instalaciones eléctricas inadecuadas, falta de calefacción o de agua corriente en la vivienda;
    • condiciones de vida insalubres y descuidadas, como suciedad, pulgas, piojos, ropa de cama sucia, olor a orina o excremento, ropa inadecuada, etc.;
    • abandonar a el/la adulto/a mayor en un hospital, hogar de ancianos/as o en otra institución parecida, o en un centro comercial u otro lugar público; o
    • el/la adulto/a mayor reporta haber sufrido negligencia o abandono.1

Las señales del maltrato de personas mayores pueden confundirse con asuntos normales del envejecimiento. Por ejemplo, una persona puede pensar que el/la adulto/a mayor simplemente ha cambiado con la edad. Quizás antes era extrovertido/a y hablador/a, pero ahora se asusta fácilmente o evita el contacto visual. Sin embargo, debido a que muchas señales de maltrato realmente pueden coincidir con señales relacionadas al envejecimiento o con otros asuntos de salud, como la demencia, fragilidad u otros problemas relacionados con la edad, es posible que sea necesario comparar las conductas típicas de la persona y considerarlas a la luz de su salud mental y física.

Si piensa que un/a adulto/a mayor está siendo maltratado/a, o si usted es un/a adulto/a mayor que está siendo maltratado o desatendido/a, hay organizaciones y personas que pueden ayudar. Por favor considere las siguientes opciones:

  • cuénteselo a un/a médico, amigo/a o familiar de confianza;
  • consiga ayuda cerca de usted usando este Buscador de Cuidado de Ancianos de la Sociedad Americana del Envejecimiento; o
  • contacte la oficina local de Servicio de Protección de Adultos.

Señales de Alerta del Maltrato de Ancianos”, Departamento de Justicia de los EE.UU.